Belarmino y Apolonio

Ramón Pérez de Ayala

232 pages - In Spanish
Edición Crítica, Notas y Comentarios:
Juan Herrero-Senés
ISBN: 978-1-934768-70-9
Library of Congress Control Number: 2013941737

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Publicada en 1921, Belarmino y Apolonio es probablemente la novela más lograda del escritor asturiano Ramón Pérez de Ayala (1880-1962), y una de las más importantes de las publicadas en la Edad de Plata (1898-1936) de la cultura española. Una historia de matriz costumbrista, los encuentros y desencuentros entre dos zapateros y su descendencia, se convierte en un juego de espejos y en una urdimbre de opiniones varias sobre la conducta humana.
Y es que más allá de su profesión, Belarmino es filósofo y ha creado un lenguaje propio donde las palabras tienen significados opacos e insospechados, y Apolonio es dramaturgo.
Su enfrentamiento entrará en una nueva fase cuando sus hijos se enamoren.
Pérez de Ayala presenta a través de la trama y de las discusiones un estudio del punto de vista, el contraste y en definitiva la relatividad y contingencia de las opiniones humanas. Y todo ello con un estilo que combina la cultura libresca con un tono lúdico, y que mantiene hasta el final su apuesta por la dualidad como emblema de la multiplicidad de maneras de ver la realidad, sin que ninguna pueda imponerse sobre las demás por su esencial incompletud.
Ramón Pérez de Ayala Fernández del Portal
Escritor y poeta (Oviedo 1880 - Madrid 1962).
Huérfano de madre desde muy pequeño a los nueve años ingresó en el colegio de jesuitas de San Zoil, en Carrión de los Céspedes, Palencia, y dos años más tarde pasó al colegio de la Inmaculada Concepción, en Gijón.
Estudió Derecho en la Universidad de Oviedo bajo la protección de Leopoldo Alas, «Clarín», donde conoció a los pensadores del Krausismo, como Rafael Altamira y Crevea, Adolfo Álvarez Buylla, Adolfo González Posada y Aniceto Sela.
Atraído tanto por el Regeneracionismo de sus mentores como por el Decadentismo estético de la Europa de preguerra, en 1903 formó parte de la revista modernista «Helios».
Su primer libro La paz del sendero (1904) fue elogiado por Rubén Darío.
Merced a Pedro González Blanco se puso en contacto con los modernistas de Madrid: Jacinto Benavente, Francisco Villaespesa, Gregorio Martínez Sierra, Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y José Martínez Ruiz «Azorín».
En 1904 empezó sus colaboraciones en los periódicos El Imparcial y ABC.
En 1907 se mudó a Londres, pero cuando al año siguiente su padre se suicidó volvió a Madrid donde colaboró con El Heraldo, El Imparcial, Alma española, El Liberal.
En 1913 contrajo matrimonio y se estableció en Madrid, donde consiguió un empleo en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
En 1919 viajó a los Estados Unidos, donde residió por diez meses.
En 1927 obtuvo el Premio Nacional de Literatura y en 1928 fue nombrado académico de la Lengua.
En 1931, con José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón, firma el manifiesto «Al servicio de la República», de orientación antimonárquicq y que tuvo extraordinaria influencia sobre la opinión pública, lo que valió a los tres el apelativo de «Padres espirituales de la República».
Al proclamarse la republica se le encargó la Dirección del Museo del Prado.
En 1932 fue nombrado Embajador en Londres, cargo del que dimitió en 1936 descontento del rumbo político que imponía el Frente Popular.
Volvió a España donde cambió de bando y se posicionó a favor de los sublevados en contra de la República democrática, tras la guerra continuó como funcionario de la embajada española.
La amputación de la pierna del menor de sus hijos, primero, y la muerte, después, del mayor, fueron golpes que lo decidieron a volver a Madrid, en diciembre del 54, luego de haber vivido veinte años fuera de España.
Sus libros en la España nacionalista no tenían libre circulación, e incluso muchos estaban prohibidos.
Falleció en Madrid el 5 de agosto de 1962.
El enfoque de su obra es la de un experimento literario en el que la ironía es ampliamente utilizada, difuminando la frontera con lo real lo que trasunta un pesimismo vital.
La crítica suele dividir su obra en dos épocas, una primera, juvenil y caracteriza por una visión pesimista de la vida que se trasluce a través la ironía, y una segunda etapa, a partir de la publicación de Belarmino y Apolonio (1921), donde abandonó el realismo para adentrarse en el simbolismo caricaturesco, con un lenguaje recargado de componentes ideológicos, más propios del ensayo qe de la ficción pura.
Los escritos de Ramón Pérez de Ayala se caracterizan porsu ironía, el uso de lenguaje refinado, las alusiones y citas encubiertas, la intertextualidad, los cultismos y helenismos y el uso ocasional de las técnicas del esperpento.
En ocasiones aparecen el perspectivismo y el contrapunto, llegando incluso a diagramar la página en dos columnas para contrastar puntos de vista.
La originalidad de los planteamientos y argumentos de sus novelas lo convierten en uno de los mejores escritores españoles de este siglo.


Poesía
La paz del sendero (1904)
El sendero innumerable (1916)
El sendero andante (1921)

Ensayo
Hermann encadenado. Libro del espíritu y el arte italiano (1917)
Las máscaras (1917-1919)
Política y toros (1918)
Amistades y recuerdos (1961)
Fábulas y ciudades (1961)

Novela
Sonreía, 1909. Novela corta en «Los contemporáneos»
Tinieblas en las cumbres (1907)
La pata de la raposa (1911)
A. M. D. G. (1910)
Troteras y danzaderas (1913)
Prometeo, Luz de domingo, y La caída de los limones, (Novelas poemáticas de la vida española) (1916)
Bajo el signo de Artemisa (1924)
El ombligo del mundo (1924)
Los trabajos de Urbano y Simona (1923)
Belarmino y Apolonio (1921)
Tigre Juan y El curandero de su honra (1926). Novela en dos volúmenes.