En la sangre

Cambaceres, Eugenio

156 pages - In Spanish
Edición Crítica, Notas y Comentarios
Maria Eugenia Mudrovcic
ISBN: 978-987-1136-49-0
Library of Congress Control Number: 0

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ISBN-13: 978-987-1136-49-0

Hacia fines del siglo XIX, la incorporación de sucesivas oleadas inmigratorias había llegado a conmocionar la estructura clasista argentina en un intervalo mínimo de años. ¿  El tipo de efectos no previstos que la inmigración tuvo sobre la sociedad obligó al reajuste inmediato del discurso liberal oficialista que, presa de serias contradicciones ideológicas, no tardó en mostrarse xenófobo y racista, defensivo y conservador.

Reflejando el malestar que fermentaba bajo la euforia del progreso material, una franja específica de escritores- gentlemen del 80 denunció la hipocresía y la especulación como indicios que presagiaban el momento de la ruina. ¿  Eugenio Cambaceres pertenece a esta primera generación de dirigentes vencedores que tuvo conciencia de serlo y, acaso por ello, en 1887, es decir, en plena apoteosis liberal (dominaba entonces el liberalismo «a ultranza» impulsado por el gobierno de Juárez Celman) su ¿  aguzado instinto de conservación de clase lo llevó a escribir En la sangre , una novela donde queda tipificada la desconfianza patricia hacia la inmigración y donde se habla provocativamente de los espacios controlados por la oligarquía como si se tratara de espacios robados o perdidos.

Genaro Piazza, «el hijo de un tachero napolitano,» ocupa el rol protagónico pero, estigmatizado obstinadamente desde la enunciación, se transforma en una suerte de foco infeccioso del relato. ¿  Cambaceres no hace nada por ocultar la repulsión que le causa su personaje descargando sobre él los toques definidos hasta completar el estereotipo de inmigrante-trepador que será funcional tanto a la paranoia de la élite ochentista como a los prejuicios raciales del discurso nacionalista de principios de siglo. ¿ 

No mezclarse, cerrar puertas y ventanas, sacralizar los enunciados y los espacios del poder: ¿  En la sangre también es, después de todo, una paideia que trata de sacudir la modorra a una élite halagada por los logros modernizadores del roquismo. ¿  Para ello, Cambaceres apela al modelo naturalista y convierte a un advenedizo en heredero fraudulento de la oligarquía argentina. ¿  El efecto anticlimático que se propuso lograr cumple una doble función didáctica. ¿  Por un lado, obliga a revisar los principios fundamentales de un modelo liberal cuya excesiva liberalidad condena a la clase dominante a su propia destrucción. ¿  Y, por otro, echa las bases de un mito sustituto, aristocratizante y defensivo, construido sobre una base común que aplaude la exclusión, la homogeneidad y la autovaloración grupal y racial. ¿ 

Como tantas otras novelas decimonónicas, esta «solución endogámica» no puede sorprendernos. ¿  Al contrario, más o menos al mismo tiempo y como un gesto calcado, el discurso liberal latinoamericano estuvo tan dispuesto como Cambaceres a reciclar los viejos principios liberales dentro de nuevos moldes positivistas, o a denunciar en los «otros» la misma tendencia disfracista que En la sangre denunció en Genaro Piazza.
Eugenio Cambaceres
(1843-1889)
De ascendencia francesa, nació en Buenos Aires durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, y llegó a ser uno de los miembros más importantes de la generación del ochenta. Abogado, político y escritor, intervino activamente en la esfera pública de los años 70 y 80.

Promovió la separación de la Iglesia y el Estado con un discurso que luego fue publicado en la Revista del Río de la Plata.
La firmeza y audacia de sus convicciones liberales —llegó a denunciar los fraudes de su propio partido— le valieron el ataque colectivo y la fama de “masón”, “ateo” e “impío”.

Integró la élite dirigente del Club del Progreso, un centro social que nucleó a intelectuales y a destacadas figuras de la alta sociedad porteña del momento. Su ingreso a la literatura coincidió con su alejamiento de la política. “Vivo de mis rentas y nada tengo que hacer.   Echo los ojos por matar el tiempo y escribo”, afirmó en una frase bastante citada por la crítica. Viajó por Europa y vivió en París, aunque en 1889 estaba en Buenos Aires cuando murió de tuberculosis.

Cuatro títulos integran su producción literaria:   Pot-Pourri (1881) y Música sentimental (1884), reunidos bajo el subtítulo Silbidos de un vago y publicados anónimamente, anteceden a sus mejores novelas, Sin rumbo (1885) y En la sangre (1887).   Por distintas razones todas sus publicaciones desataron cierto grado de escándalo, todas fueron —cada una a su manera— algo así como anómalos bestsellers en su época.