Viaje a la Habana

Santa Cruz y Montalvo, Maria de las Mercedes
«Condesa de Merlín»

144 pages - In Spanish
Edición Crítica, Notas y Comentarios
Adriana Mendez Rodenas
ISBN: 978-1-934768-17-4
Library of Congress Control Number: 2008941658

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Precursor del emblemático «viaje a la semilla» caribeño, Viaje a la Habana (Madrid: 1844) es uno de los textos más seductores del romanticismo hispanoamericano, ya que deja establecido el circuito de un viaje arquetípico: el regreso a la isla natal y el re-encuentro con la sociedad habanera que la autora había dejado atrás al umbral de la adolescencia. Escrito por la Condesa de Merlin, neé María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo en la Habana colonial (1789-1852), Viaje a la Habana recorre los lugares de la infancia «la emotiva entrada a la casa paterna« al igual que instituciones y monumentos de la ciudad «la solemne catedral, el teatro Tacón, la tumba de Colón« para trazar una topografía de la ciudad, perla de las colonias de ultramar.¿ ¿  La visita a parientes y¿  personajes que determinaron el rumbo de vida de la autora «la nodriza africana, el clan criollo« se narra con emoción y la poesía de los recuerdos.¿ ¿  Más allá de los muros de la ciudad, la autora palpa la presencia de otros grupos que configuran la temprana nacionalidad cubana «a cada extremo de la escala social, los herederos de patriarcas azucareros se retratan junto a la invención poética de los guajiros o gente del campo.

Parte de un texto más largo dedicado a La Havane y publicado el mismo año en París, Viaje a la Habana es también un enigma dentro de la historia del romanticismo hispanoamericano, pues no deja pistas claras ni de la labor de traducción ni del corte establecido entre la edición original y la española.¿  Prologado por Gertrudis Gómez de Avellaneda en la edición príncipe reproducida aquí, Viaje a la Habana es el eje de la producción autobiográfica de Mercedes Merlin, puesto que continúa la nostálgica evocación de la infancia emprendida en Mes douze premií¨res années (1831), temprana memoria traducida por Agustín de Palma como Mis doce primeros años (1838).¿  El segundo libro «Souvenirs et Mémories, aparecido en 1836« sigue el curso de la joven Mercedes una vez reunida con su familia inmediata en Madrid; su matrimonio con el general Antoine-Christophe Merlin (1771-1839) en medio de la ocupación francesa; y la fuga a través de los Pirineos trás la derrota de Bonaparte.¿  Durante su vida de casada (1812-1839), lo que sella su transformación en escritora, Mercedes Merlin establece un exitoso salón parisino, sede de reunión de artistas y escritores de la época.¿  El brillo de la etapa parisina no oscurece, no obstante, el fuerte lazo mantenido con la isla y la preocupación constante por el progreso y bienestar de la colonia, temas recurrentes en La Havane y Viaje a la Habana.

Producto de la imaginación híbrida de la autora «su doble identificación como criolla y francesa«¿ Viaje a la Habana es un texto clave para una mayor comprensión del romanticismo hispanoamericano ya que retrata la prolongada condición colonial de Cuba al igual que el despertar de una temprana conciencia nacionalista.¿  Como relato de viajes,¿ ¿  la intensidad narrativa de este texto autobiográfico revierte las convenciones de la «gira continental» al suplantar el destino exótico hacia el sur de Europa por la lejana geografía de la isla natal.
Mercedes Santa Cruz y Montalvo, condesa de Merlin
(1789-1852).

Nació en la Habana colonial de la unión de dos poderosas familias de la aristocracia habanera: el padre, Joaquín Santa Cruz y Cárdenas (1769-1807) fue Conde de Jaruco y delegado a  la corte de España; la madre, Teresa Montavo (1771-1812), descendía de una familia criolla de prestigio.  Poco después de su nacimiento, Santa Cruz dejó la isla para acudir a un pariente enfermo en Europa; los motivos del abandono de la hija se suponen o bien debido a los peligros del cruce transatlántico o bien al descuido de dos jóvenes todavía adolescentes. Dado el papel del Conde como miembro de la primera generación de patriarcas cubanos interesados en fomentar la economía de la isla, la pareja se establece en Madrid, a donde el Conde negocia una importante concesión de importación de trigos aún en medio de las restricciones comerciales de la administración colonial.

Amparada bajo el cuidado de su abuela materna, a quien cariñosamente denomina «Mamita» en su temprana memoria, Mercedes Merlin disfrutó de una educación caótica y de los mimos que correspondían a una «niña» de su clase.  Comisionado por el rey de España como subinspector de tropas,  Joaquín Santa Cruz regresa a Cuba en 1789, para         emprender una misión colonizadora al este de la isla, región de interés para la corona como consecuencia de la revuelta de esclavos en Haití. La joven Mercedes narra el emotivo encuentro con el padre, después de una infancia casi huérfana, en las páginas de Mes douze premières années(1831) o Mis doce primeros años (1838).  Durante la estadía del conde en La Habana, la narradora cobra conciencia de los horrores de la esclavitud, declarándose adversa a todo tipo de crueldad o injusticia.  El idilio con el padre duró poco, ya que, al notar las extravagancias de una laxa educación, y, a su juicio patriarcal, la poca propensidad de su primogénita para el matrimonio, Santa Cruz encierra a la joven en el Convento de Santa Clara. Uno de los epidodios mas conmovedores de Mis doce primeros años narra la fuga de la joven y el retorno a la familia criolla, seguido de Histoire de la Soeur Inés (1832), melodramático relato sobre la vida de la monja que la ayudó a escaparse.  La vida de Mercedes Merlin se bifurca de nuevo, ya que, en abril, 1802, parte hacia España junto a su padre, quien debería regresar a la corte para dar cuenta de la misión de Guantánamo.

La partida de Cuba marca el aporte de Mercedes Merlin como precursora de la literatura transnacional cubana.  En Madrid pasa una agridulce adolescencia, compitiendo por los afectos de su madre con dos hermanos nacidos en España.  Debido al lazo familiar de Teresa Montalvo con el General Gonzalo O’Farrill, además de un supuesto lazo clandestino con José Bonaparte, la astuta criolla arregla el matrimonio de su hija mayor con el conde Antoine-Christophe Merlin (1771-1839), general del ejército de ocupación bonapartista. Tras la derrota de Bonaparte, la pareja huye hacia Francia, país que se convierte en patria de adopción para la joven criolla, episodios narrados en su segundo libro de memorias, Souvenirs et Mémoires (1836).  Una vez establecida en París, la condesa convierte su casa de 40, rue de Bondy, en uno de los más concurridos salones de la vida artística parisina. Además de aprovechar su gran talento operático en beneficios públicos, Mercedes Merlin tiene cuatro hijos.

La muerte del conde Merlin en 1839 ocasiona otro cruce de caminos en la vida de la autora.  Decaído sus recursos dada la negativa del gobierno francés de concederle la pensión correspondiente a la viuda de un militar, Mercedes Merlin emprende el viaje a la Habana por motivos económicos, para reclamar la herencia del padre y discutir con su hermano las ganancias de la venta del central azucarero Nazareno. El viaje claramente responde a motivos sentimentales: la añoranza de la patria y el lazo afectivo que la unía a su ciudad natal, motivos que afloran en Viaje a la Habana, publicado en Madrid en 1844. La edición original de esta obra se publica en francés, y apareció en París con el título La Havane, voluminoso compendio de la colonia cubana en todas sus facetas.

Al regresar a Francia, Mercedes Merlin empieza la tarea de recopilar y escribir su relato de viaje.  En esta etapa tardía, recurre a la ayuda de Philarète Chasles, philosophe del Collège de France y traductor literario, en quien deposita su confianza para abrirle las puertas a «la comedia humana» que era la vida literaria parisina.  Disoluto y egoísta, Chasles traiciona a la criolla en su doble función como agente y amante, dejando a Merlin en una solitaria etapa final.  A pesar del éxito relativo de La Havaney otras obras menores (las novelas Les lionnes de Paris [1845], Lola et Maria [1845] y Le Duc d’Athènes [1852]), Mercedes Merlin muere en el Castillo de Dissay el 31 de marzo, 1852. Domingo Figarola Caneda nota en su biografía que la tumba de Merlin en el cementerio Père Lachaiseno tiene epitafio; desde entonces, la tumba ha desaparecido, cubierta con una fría lápida negra sin señas de identidad.