El Angel de Sodoma

Hernández Catá, Alfonso

126 pages - In Spanish
Edición Crítica, Notas y Comentarios
Maite Zubiaurre
ISBN: 978-1-934768-48-8
Library of Congress Control Number: 2011938707

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El ángel de Sodoma (1927) es la primera novela en lengua castellana que tiene como tema monográfico la homosexualidad masculina.
Nacida de la pluma del escritor cubano-español Alfonso Hernández-Catá (1885-1940), relata el destino trágico de José-María, el protagonista, y su lucha encarnizada contra sus instintos.
Ofrece una visión apocalíptica de la homosexualidad, muy a tono con lo que la ciencia sexológica pensaba sobre esa «deformación» del instinto sexual. Importa notar que para los médicos, psiquiatras y abogados españoles del primer tercio del siglo XX , la homosexualidad era no un crimen, sino una enfermedad.
La segunda edición de El ángel de Sodoma (1928), sobre la que se basa esta edición, cuenta con un prólogo del pensador y endocrinólogo Gregorio Marañón y un epílogo del abogado y político Luis Jiménez de Asúa, y tanto el prólogo como el epílogo enfatizan precisamente ese aspecto de la homosexualidad como enfermedad.
Lo que no hacen, y que es algo que esta edición subsana, es señalar que el lado sombrío del tema homosexual, magistralmente tratado en El ángel de Sodoma, contrasta con una visión más sonriente de la homosexualidad, representada, por ejemplo, en las novelas cortas de Alvaro Retana.
Como resaltan la introducción y las notas de esta edición, El ángel de Sodoma es una novela modernista, que se nutre tanto en el Modernismo latinoamericano, como del Simbolismo y Decadentismo europeos. Pero es también un relato crudamente naturalista, en el que luchan y se disputan el primer puesto la modernidad y la tradición.
Alfonso Hernández Catá
(1885-1940). Narrador, periodista, ensayista y diplomático cubano.
Considerado uno de los mejores escritores de la primera generación republicana.
Hijo de un militar español y de una cubana, nació en España, pero a los pocos meses su familia, se trasladó a Santiago de Cuba.
A sus 16 años se trasladó a Madrid, donde formó parte de la bohemia literaria. Aprendiz de ebanista y traductor de libros, simulteaneamente estudió idiomas, psicología e historia, .
En 1905 su nombre aparece en la antología lírica La corte de los poetas (Madrid, 1905).
En 1907 retorna a La Habana, trabaja como lector de tabaquería y se relaciona con intelectuales cubanos de la primera generación republicana como Jesús Castellanos, con quien estableció una relación estrecha.
Periodista en El Diario de la Marina y La Discusión y colaborador en Gráfico, El Fígaro y Social, en 1909 ingresa en la carrera diplomática. Fue cónsul de Cuba en El Havre (1909), Birmingham (1911), Santander (1913), Alicante (1914) y Madrid (1918-1925).
Como periodista en 1921 publica una serie de catorce artículos bajo el título «Crónicas de Hernández Catá», centrados en la lucha de los marroquíes por independizarse del dominio español, lo cual le valió su expulsión de Madrid, debiendo pasar a Portugal.
Hasta 1933 Hernández Catá fue encargado de negocios en la Legación de Cuba en Lisboa, y luego del derrocamiento de la dictadura machadista es nombrado Embajador de Cuba en Madrid.
Como ministro desarrolló una notable labor de divulgación cultural en Panamá (1935), Chile (1937) y Brasil (1938), donde falleció en un accidente de aviación frente a Río de Janeiro.
La poetisa chilena Gabriela Mistral y el narrador austríaco Stefan Zweig, su amigo y maestro, pronunciaron sendas oraciones fúnebres durante una sesión dedicada a su memoria, auspiciada por la Comisión Brasileña de Cooperación Intelectual y el Instituto Brasileño-Cubano de Cultura.
En su honor de se instituyó en 1940 en Cuba un premio nacional de cuento del cual participaron los más relevantes narradores cubanos.
Entre 1953 y 1954, se editaron ocho volúmenes de una revista titulada Memoria de Hernández Catá, a cargo de Antonio Barreras, donde se recopilan artículos, comentarios, bibliografías, iconografía y reproducciones del trabajo de Hernández Catá, y el sostenido intercambio epistolar que sostuvo con intelectuales de su tiempo, como Mariano Aramburu, Jesús Castellanos, José Antonio Ramos, Max Henríquez Ureña o José María Chacón y Calvo.
Autor también de una obra poética, Hernández Catá publicó Escala (1931), donde se reúne buena parte de su producción lírica. Sus poemas de temática insular La negra de siempre –compuesto como una rumba– y Son, fueron incorporados por Ramón Guirao en su Órbita de la poesía afrocubana (1938). En conjunto con su cuñado Alberto Insúa escribió las comedias El amor tardío (1913) y En familia (1914), ambientadas en espacios hispanos. Fue autor de la zarzuela Martierra (1928), con música de Jacinto Guerrero. Su creación escénica más notable fue Don Luis Mejía, escrita con el poeta catalán Eduardo Marquina, en la que penetran con agudeza en la psicología del antagonista de Don Juan Tenorio.
En su obra entre el ‘20 y el ‘30 puede advertirse con fuerza su interés por las problemáticas sociopolíticas de la república neocolonial, en consonancia con su relación con algunos intelectuales del Grupo MinoristaJuan Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring, Jorge Mañach y Rubén Martínez Villena– y la influencia de la publicación en Cuba, a partir de 1913, de las obras de José Martí. Ese año en el periódico El Fígaro, Hernández Catá pubica un artículo titulado «La sombra de Martí», donde partíendo de la contraposición entre Ariel y Calibán, según la concepción del uruguayo José Enrique Rodó, hace algunas consideraciones acerca de la poesía martiana y la trascendencia de su mensaje. Este sería el germen de Mitología de Martí (Madrid, 1929) amén de la gestión para publicar en Brasil un tomo de Páginas escogidas de José Martí, con un prólogo suyo en portugués.
Su obra incluye ensayos, periodismo, zarzuela y teatro, pero fue el género narrativo el que le mereció el reconocimiento del público y los elogios de la crítica. Defensor de la novela corta, sus mejores obras fueron los cuentos donde se han señalado técnicas más propias de la dramaturgia que de la narración, amén de un marcado carácter ensayístico. Autor de más de veinte novelas y numerosos relatos, fue un autores hispanoamericanos muy prolífico.
Su primera novela corta, El pecado original (1907) apareció en El Cuento Semanal, de Madrid, y luego, en esa misma ciudad, su primer libro, Cuentos pasionales, obtuvo gran éxito de crítica y público.
Más allá de la distinción entre «lo cubano» y «lo español», en sus cuentos resaltan las contradicciones sociales y los conflictos humanos plenos de dramatismo universal, por lo que su obra resulta más cosmopolita y libre de rasgos nativistas o costumbristas que el promedio general de la narrativa cubana de esta etapa. Modernista y naturalista, la obra de Hernández Catá transcurre en atmósferas sensuales y tendencias hacia el psicologismo.
En sus obras se repiten los desenlaces funestos de personajes angustiados, temperamentales o hipersensibles, quienes muchas veces derivan en la locura. Algunas de sus narraciones se inspiran en casos psicológicos con rasgos morbosos y patológicos. Al punto que su obra fuera analizada por el psiquiatra español Antonio Vallejo Nágera en el volumen Literatura y psiquiatría (1950), donde dedica un capítulo para examinar varios de los cuentos de Hernández Catá, calificándolo como «el literato moderno que más cuidadosamente ha especulado sobre sus casos dentro de la realidad clínica».
Su interés por los comportamientos humanos lo llevó a incursionar en cuentos o historias de animales para plantear distintas conductas, en los que demostró su buen dominio del diálogo. Esa tendencia ya aparece en su primer libro en el cuento El milagro, y mejor logrado, en Zoología pintoresca (1919) y La casa de las fieras (1922), al que pertenecen los cuentos Nupcial y Dos historias de tigres, que han sido comparados con los de Rudyard Kipling y de Horacio Quiroga.

Obras de Alfonso Hernández Catá

  • Cuentos pasionales, ( Madrid, 1907)
  • Novela erótica, (Madrid, 1909)
  • Pelayo González. Algunas de sus ideas. Algunos de sus hechos. Su muerte, novela, ( París, 1909)
  • La juventud de Aurelio Zaldívar, novela, (Madrid, 1911)
  • La piel, novela, (La Habana, 1913)
  • Los frutos ácidos, novelas, Madrid, 1915)
  • Zoología pintoresca, (Madrid, 1919)
  • El placer de sufrir, (Madrid, 1920)
  • Los siete pecados, cuento, (La Habana, 1920)
  • El drama de la Señorita Occidente, (Madrid, 1921)
  • Estrellas errantes, novela, (Madrid, 1921)
  • El nieto de Hamlet, novela, (Madrid, 1921)
  • La voluntad de Dios, novelas, (Madrid, 1921)
  • La casa de fieras, bestiario, Madrid, 1922)
  • Una mala mujer, novelas, (Madrid, 1922)
  • La muerte nueva, (Madrid, 1922)
  • El corazón, novela, (Madrid, 1923)
  • Libro de amor, novelas, (Madrid, 1924)
  • Piedras preciosas, novela, (Madrid, 1924)
  • Fantoches 1926, novela colectiva (el Cap. 6, en Revista Social – La Habana , 1926)
  • El bebedor de lágrimas, (Madrid, 1926)
  • El ángel de Sodoma, novela, (Madrid, 1928)
  • Martierra, zarzuela en tres actos, G. Hernández y Galo Sáez, (Madrid, 1928)
  • Mitología de Martí, (Madrid, 1929)
  • Escala, poesía, (Madrid, 1931)
  • Manicomio, (Madrid, 1931)
  • Un cementerio en las Antillas, (Madrid, 1933)
  • Cuatro libras de felicidad, (Madrid, 1933)