Los de abajo

Azuela, Mariano

180 pages - In Spanish
Edición Crítica, Notas y Comentarios
Luis Leal
ISBN: 978-987-1136-62-9
Library of Congress Control Number: 0

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Publicada primero en el folletín del periódico El Paso del Norte entre octubre y noviembre de 1915, y en forma de libro en la imprenta del mismo diario, la novela Los de abajo ha sido traducida a las principales lenguas del mundo.
La obra maestra de Mariano Azuela aparece cien años después de la obra de José Joaquín Femández de Lizardi, El Periquillo Sarniento, crea el género de la novela de la Revolución, y al mismo tiempo, al abandonar por completo las normas de la novelística ¿  europea, forja una nueva novela hispanoamericana.
El valor de Los de abajo se debe en gran medida al sostenido nivel dramático, desde la escena inicial hasta la muerte del protagonista «en el mismo lugar geográfico, creando una idea de circularidad« pero su éxito es el resultado, en parte, del hallazgo de la imagen titular: «los de abajo».
¿Quiénes son los de abajo sino aquellos que se encuentran en el fondo de la escala social y económica, esto es, los pobres, los desheredados?
Y «los de abajo» en el relato de Azuela han decidido luchar contra las injusticias cometidas por «los de arriba». La lucha es cruenta, los sufrimientos intolerables. ¿Y todo para qué? Todo para volver a quedar en el mismo lugar «abajo« al cabo de dos años de penalidades.
Esta actitud de derrota, de fracaso, es uno de los elementos que mantienen vivo el interés en la novela y le dan su valor permanente.
Las descripciones de la naturaleza sirven para suavizar las violentas escenas revolucionarias, y es esta técnica de entretejer acciones humanas y descripciones del paisaje la que da a la novela un equilibrio notable, razón quizás por la cual se la considera como la más lograda de las novelas de la Revolución mexicana.

Esta edición, prologada y anotada por don Luis Leal, es una pieza fundamental para cualquier curso de literatura Hispánica, y resulta imprescindible para aquellos focalizados en el siglo XIX latinoamericano.
Mariano Azuela
(1873-1952)
Hombre de letras mexicano, médico de profesión, fue uno de los creadores de la novela de la Revolución Mexicana e incursionó en el cuento, el ensayo crítico, la biografía y el teatro.
Su primera novela María Luisa (publicada recién en 1907), la escribió siendo aún estudiante.
Siguieron Los fracasados (1908) y Mala yerba (1909), de ambiente campesino. Esta última se continuaría en otra novela, Esa sangre, publicada póstumamente en 1956.
Al triunfar Francisco I. Madero, fue nombrado jefe político de Lagos de Moreno, cargo al que renunció cuando todavía era presidente provisional León de la Barra. Desilusionado de la nueva política, publicó Andrés Pérez, maderista (1911).
A la caída de Madero y estallar en 1910 la revolución contra Porfirio Díaz, se unió a las tropas revolucionarias villistas de Julián Medina como médico militar.
Sus experiencias militares y lo que contempló en los campos de batalla, se reflejan en Los de abajo (1915), novela del primer momento de la revolución que constituye un cuadro realista e impresionante donde predominan el caos, la cólera, y el afán de venganza.
En 1917 se estableció en la ciudad de México; donde ejerciendo su profesión de médico continuó escribiendo.
En su obra de este período coinciden lo social con el arte de vanguardia: La malhora (1923), El desquite (1925) y La luciérnaga (1932).
Esta última, estilísticamente, es la más radical, y exhibe un agudo estudio psicológico de los personajes.
Azuela es considerado como el único prosista mexicano que experimentó con el arte vanguardista antes de 1925.
Otras obras suyas son: Sin amor (1912), Los caciques (1917), Las tribulaciones de una familia decente, Las moscas, y Domitilo quiere ser diputado (1918), la biografía novelada Pedro Moreno, el insurgente (1933-1934), Precursores (1935), El camarada Pantoja (1937), San Gabriel de Valdivia (1938), Regina Landa (1939), Avanzada (1940), Nueva Burgesía (1941), La marchanta (1944), La mujer domada (1946), su volumen de crítica Cien años de novela mexicana (1947), Sendas perdidas (1949) y La maldición (1955); estas dos últimas constituyen su comentario final acerca de la Revolución.
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura (1942) y el Premio Nacional de Artes y Ciencias (1949).